Una interpretación de Eduardo Sosa, Luis Franco y Annie Garcés, devenido en lujoso homenaje a nuestra cultura, permitió disfrutar el estreno en televisión del clip “La Bayamesa”, obra clásica de nuestro repertorio nacional. Todo un regalo para los cubanos que aman su patria.
Es cierto que se echó de menos el escuchar más a Annie, quien ha interpretado la canción, sola ella, con un lirismo insuperable, pero también lo es, que tanto Sosa como Franco le pusieron toda el alma a la obra.
Desde el punto de vista audiovisual, quizás la premura pasó factura a la propuesta audiovisual “La Bayamesa”, premura que ni siquiera la experiencia y reconocida obra de Joseph Ross pudo darle al clip el valor que merecía por tratarse de un canción medular para la cultura cubana y el anunciado propósito de darle tratamiento mediático en una inusual presentación en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana.
La dirección de arte, quizás el pilar de la puesta, quedó en la superficie, al abordar desde un estudio o sala techada la gesta libertaria bayamesa, dispuesta a quemar la ciudad antes que entregarla al opresor. La caracterizació si logró transportar al época. Todavía queda una duda, ¿representó la modelo a la mujer cubana? Aunque esa duda fue el verdadero gancho del clip, el roce polémico, la imagen que podrías recordar.
El mestizaje, la fuerza interior y empuje de aquellos hombres, no pudieron ser representados en su magnitud epopéyica, quizás por el tiempo de los planos y su edición, un tanto convencional. Sin dudas, siempre es complejo abordar con éxito obras por encargo, y menos el asumir productos desde una producción a todas luces muy modesta.
De todas formas, vale la propuesta, y debería ser tradición estrenar cada año una versión de “La Bayamesa” desde otras interpretaciones y miradas audiovisuales, ¿Que tendría de malo repetir algo maravilloso, que nos llegue siempre hasta la médula de nuestra cubanía? ¿Acaso no repetimos programas de concurso, con los mismos jueces y todo? ¿No repetimos telenovelas, cantantes, e intelectuales hablando de lo mismo?
Sería incluso un estímulo para el equipo elegido, siempre y cuando no se convierta un grupo cerrado como los temas de verano, etc.
Eso queremos, muchas “bayamesas”, somos nosotros los que tenemos que edificar, paso a paso, nuestra identidad nacional.