Daya Aceituno: “Ahora empieza la carrera de la vida”
Daya Aceituno interpreta «Sonata para trombón y piano» de George Philipp Telemann junto a la pianista Nairin Rodríguez

   

“El bombardino fue el que, cuando en algún momento todo parecía perdido y, cuando el mundo se ponía oscuro, él llegó a mi vida y me alumbró”.
Daya Aceituno hace música con un bombardino. Lleva tiempo dirigiendo la Banda de Conciertos Boyeros, pero fue ese instrumento quien le ha hecho conocer sobre las bandas, y el que le permitió cursar y terminar con cinco puntos sus estudios en la Universidad de las Artes, ISA.

    Para su concierto de graduación tuvo como invitados a su Banda de Conciertos, haciendo con ella un sueño anhelado para el momento, y a la Banda del Conservatorio Amadeo Roldán, dirigida por Jorge Félix Leyva.

    Primero Daya interpretó Sonata para Trombón y Piano, de George Philipp Telemann; luego Bolívar, de Erick Cook; y finalmente, y de conjunto son sus invitados especiales, el Concierto para Trombón y Banda, de Nicolai Rimsky Korsakov. Fue un repertorio complejo para mostrar lo aprendido, y que Daya escogió con su profesor Alberto Batista.

    “Yo estudié dirección coral en el nivel elemental, pero cuando fui a hacer el pase no aprobé y me dieron la opción de coger el bombardino porque no había muchas personas que lo estudiaran. Fue el profesor Antonio Leal quien puso mágicamente mis manos en este instrumento con el que digo lo que siento” y con el que Daya, aunque parezca descabellado, conversa, se entiende y ha llegado a amar.

    Ella acaba de graduarse de su instrumento, pero seguirá dirigiendo la Banda de Concierto de Boyeros, que recientemente ganó el Premio de la Popularidad del pasado Festival Cuerda Viva.

    Todo este tiempo de estudio le servirá a Daya Aceituno para poner en práctica las bondades que el Bombardino, instrumento propiamente de bandas, puede ofrecerle al público que probablemente no lo conoce.

    La Banda de Conciertos Boyeros, que dirige Daya, tiene algo diferente a las bandas de concierto del mundo, y es que logra hacer un espectáculo musical y bailable en sus presentaciones. Los muchachos y las muchachas con las que Daya trabaja pueden acompañar a un artista de renombre, y de traje y corbata hacer un concierto como el de Nicolai Rimsky Korsakov.

    Quince años lleva Daya Aceituno estudiando la música, desde que empezó a los ocho en Caturla. Pensaba entonces en lo lejos que se veía el momento de terminar la carrera y ponerle fin al sacrificio que lleva ser artista, a sabiendas que es lo que mejor sabe hacer. “Pensé que pondría punto y final, pero con todos estos años de estudio y de esfuerzo me doy cuenta de que pongo punto y seguido porque ahora empieza la carrera de la vida, y esta fue la manera que escogí para vivirla”.

   

   

@pistacubana|

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